miércoles, 30 de julio de 2008
La captura del monje benedictino
Fray Benoit de la Orden Benedictina, estaba preocupado con la evasion de dos jovenes judiosque debian subirse imperativamente al camion. El benedictino, que lideraba una red de pasadores de fronteras, habia permitido que decenas de personas huyeran de la policia alemana. Fray Benoit vestia su eterno soyal, con un rosario de cuentas por cinturon. Este autentico coloso, de barba ligeramente pelirroja, nunca tenia frio. Le encantaban esas glaciales alboradas en que el bosque estaba aun silente, en que la soledad era casi absoluta. Benoit era curandero, radiestesista e hipnotizador. Segun la tradicion de la Orden, el se ocupaba activamente tanto de los cuerpoa, como de las almas. El monje habitaba una vieja casa de piedra situada detras de la abadia. Al entrar, penso en el humeante cafe que hiba a servirse. Su unico lujo. El religioso subio los peldaños de la escalera de piedra, abrio la puerta, cruzo el pasillo y se adentro en la cocina. Alli lo esperaban tres hombres, ataviados con un impermeable verde. El religioso reacciono enseguida. Se apodero dew una silla y la descargo sobre la cabeza del aleman que estaba mas cerca. Otros dos policias de la Gestapo se le acercaron por detras y le cortaron el paso. el coloso estuvo a punto de liberarse, pero las armas con que lo apuntaron lo obligaron a rendirse. Y un hombre de Dios no tiene derecho a suicidarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario